TWO SUN IN THE SUNSET
Era el ultimo cigarro que me fumaría, ya había consumido una cajetilla y media en menos de dos horas, casi no sentía el cuerpo, mis manos estaban temblorosas y mi cara cansada de tanto llorar, pensaba una y otra vez que es lo que había hecho mal, quizás el cuestionarme demasiado todo.
El CD había terminado, pero no me podía parar a cambiarlo, mis piernas hacían el intento, pero cada intento significaba dolor, después de un rato lo hice, me levanté, no sabia que escuchar, así que tome cualquiera, comenzó a sonar de Final Cut de Pink Floyd, ya estaba anocheciendo, apenas quedaban unos rayos de luz entrando por las ranuras de puertas y ventanas, ya no distinguía bien los muebles, me tropecé con la botella de ron, se derramó algo de licor en el piso, bebí un poco y me acosté nuevamente.
Mi cabeza tenia un montón de recuerdos, de mi infancia y adolescencia, de personas y lugares, todos revueltos, cada cierto rato estos recuerdos me hacían reír, pero nuevamente lo consideraba, si valía la pena hacerlo, había algo en mi cabeza y pecho, que no lograba sacar ni con los mas gratos recuerdos.
Tenía miedo, y a la vez ansias de terminar luego todo esto, el miedo era grande, pero el dolor aun mas.
Quería quitarme esto de encima pero no sabia como, mis manos sudaban y comenzaba nuevamente el cuestionamiento, que había hecho mal.
Tenía amigos, gente que me quería, gratos recuerdos, pero eso al final se traducía en nada, la rabia me hacia apretar la mandíbula y golpear con fuerza mis puños en la pared.
Mi confusión nuevamente me llevo a ponerme de pie cuando ya Two Sun in the Sunset, me indicaban que el CD se acababa.
Me decidí a salir de la pieza, fui al baño, moje mi cabeza, y salí a caminar, el agua fría me reconfortó por un momento, recorrí muchas calles, todo me daba lo mismo, entre la pena y el dolor, sentía rabia de no entender lo que me pasaba, ya cuando había caminado como 15 estaciones de metro, y mi cuerpo estaba cansado y mi cabeza agotada, decidí volver, detuve una micro y volví a casa.
El reflejo de la ventana mostraba mi rostro demacrado y sin vida, sentía pena por eso. En el asiento de adelante, paradójicamente iba una madre con su hijo jugando, llenos de vida, y a un costado de ellos, una pareja de enamorados besándose apasionadamente, los miraba y me preguntaba si acaso ellos no se daban cuenta de mi dolor.
Todas esas escenas me pusieron mas triste aún, decidí que lo mejor era seguir a pie. Llegué a casa muy tarde, pero no quería encerrarme en la pieza de nuevo, llamé por teléfono a amigos, no quería estar mas rato solo, esta soledad ya me desesperaba, pero a esa hora, nadie podia venir, y los odié por eso, ¡¿como no se daban cuenta que estaba sufriendo?!
Pensé que otra botella de ron no me haría mal y quedándome dormido se me pasaría esto, me fui a la pieza otra vez, puse nuevamente Floyd, sentía que solo Waters podía entender, lo que estaba viviendo, comenzó a sonar The Wall, ya la pieza no tenia luz, encendí la lámpara, y saqué del cajon del velador, unas pastillas para dormir, pensé que dos me harían bien, al rato pude sentir el efecto de estas, mis parpados me pesaban y en mi cuerpo ya estaba exhausto, me tomé dos mas para acelerar el proceso.
Ya habían pasado unas cuantas horas, no escuchaba nada, estaba sumergido en la soledad y el silencio.
El dolor continuaba, la angustia seguía ahí, busqué todas las pastillas que tenía, y me hice un banquete con estas, al ponerlas en mi boca sentí la amargura, logré tragarlas todas con un sorbo de ron, cerre mis ojos y traté de descansar.
Al despertar tenia mangueras por todo mi cuerpo, no me podía mover, estaba cansado y mareado, me encontraba en la sala de un hospital, estuve 5 dias inconciente.
Desde ese incidente han pasado 5 años, las terapias, medicamentos y el apoyo de amigos y familia ha sido fundamental para mantenerme vivo. Hoy ya recuperado y sin tener ningún problema, vuelvo a considerarlo, pero esta vez, con mas fuerza.
Espero que esta vez ya no sienta miedo y el dolor ya se haya ido.